En un rincón de Grobaspach, Alemania, en 1967, nació una marca que transformaría el panorama de la industria automotriz para siempre: AMG. Tres letras que resonarían en todo el mundo como sinónimo de altas prestaciones, exclusividad, eficiencia y un placer inigualable al volante.
Detrás de esta insignia de excelencia se encuentran los nombres de los ingenieros Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melchor, quienes dieron vida a su visión en un antiguo molino, fundando lo que sería la cuna de la ingeniería automotriz de élite. La “G” restante procedía de aquella ciudad alemana.
En aquel modesto molino, en 1967, Aufrecht y Melchor establecieron su taller, un espacio destinado a la ingeniería, el diseño y las pruebas para motores de competición. Tan solo cuatro años después, en 1971, el mundo miraba asombrado cuando un AMG 300 SEL 6.8 rugía en las 24 Horas de Spa-Francorchamps, reclamando el segundo lugar en la carrera y dejando su huella en la historia automovilística.
UN PACTO CON LA ESTRELLA PLATEADA
La unión con Mercedes-Benz en 1990 marcó un hito trascendental en la historia de AMG. El nacimiento del C 36 AMG en 1993 no solo marcó el inicio de una colaboración, sino también el debut de un vehículo que llevaría el sello de la pasión y la perfección germana. Este modelo, fruto del acuerdo con Daimler-Benz, abrió las puertas a una nueva era de desempeño y lujo en la industria.
La década de 2000 vio nacer al Mercedes-Benz SLS AMG, un ícono que dejó claro que AMG no solo innovaba, sino que creaba leyendas sobre ruedas. Este vehículo, desarrollado en su totalidad por Mercedes-AMG, marcó un punto de inflexión en la industria y demostró la capacidad de la compañía para ir más allá de los límites.
EL LATIDO DEL PODER: MOTORES HECHOS A MANO
El corazón de cada AMG late en su motor, y la pasión por la excelencia se refleja en cada detalle artesanal. Cada motor es una obra maestra única, construida a mano por un técnico especializado. Siguiendo la filosofía de “un hombre, un motor”, la firma del artesano en la placa AMG se convierte en un símbolo de orgullo y dedicación, garantizando una experiencia de conducción inigualable.
Hoy en día, como parte integral del Grupo Daimler AG, Mercedes-AMG se erige como un faro de innovación en el mundo de la competición, como lo demuestra su colaboración con el equipo de Fórmula 1 de Mercedes. La oferta de productos de AMG abarca desde la potente serie estándar de cuatro cilindros compactos hasta los elegantes S 65 con motores de doce cilindros. Además, una variada gama de SUVs, coupés, cabriolets y roadsters reflejan el compromiso de la marca con la diversidad y la satisfacción del cliente.
