El mundo de los súper deportivos ha dado la bienvenida a una nueva estrella: el Tushek Aeon, un hypercar que está dispuesto a marcar un hito en la industria automovilística. Detrás de esta joya de la velocidad se encuentra Aljoša Tušek, un ex piloto de automovilismo esloveno que decidió llevar su pasión por los autos de alto rendimiento al siguiente nivel.
Tušek, con su vasta experiencia como piloto, tomó la audaz decisión de fundar su propia compañía, Tushek, con el objetivo de fabricar súper deportivos exclusivos. Su visión se cristalizó en el impresionante Tushek Aeon, un hypercar que promete cautivar a los amantes de la velocidad y la personalización.
Aeon no es solo un hypercar, es una experiencia personalizada sobre ruedas. Tušek afirma: “Aeon presagia un nuevo amanecer en la producción de hipercoches, con la personalización a la vanguardia. Cada vehículo se adapta individualmente a su propietario para crear un vínculo incomparable”. Esta declaración subraya el compromiso de la marca de ofrecer algo único en el mercado automovilístico.
Una de las características más destacadas del Tushek Aeon es su interior completamente personalizable. Los clientes tienen la oportunidad de diseñar el espacio interior de su hypercar según sus gustos y preferencias. Esta característica singular coloca a Tushek en una posición privilegiada frente a otros fabricantes de hypercars en todo el mundo.
El Tushek Aeon está disponible en dos versiones distintas para satisfacer las necesidades y deseos de los aficionados a la velocidad. La primera es el Aeon E, una versión completamente eléctrica que promete un asombroso rendimiento de 2.535 caballos de potencia, todo ello con un peso de 1.600 kilogramos. Este hypercar eléctrico promete emociones fuertes a medida que acelera en la pista.
La segunda opción es el Aeon H, equipado con un sistema de propulsión híbrido que combina un potente V8 con un motor eléctrico, generando un impresionante total de 1.957 CV. Aunque ofrece casi 600 CV menos que su contraparte eléctrica, logra reducir su peso a 1.480 kilogramos, logrando así una relación peso-potencia de 0,75 kg/CV.
El Tushek Aeon no es el primer intento de la compañía por crear máquinas de altas prestaciones. Previamente, Tushek fabricó y vendió el TS 900, un hypercar que podía acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,7 segundos, gracias a su tren motriz híbrido que entregaba 950 CV de potencia. Esta experiencia previa sirve como un sólido precedente para el Aeon y su búsqueda de la excelencia automovilística.
En resumen, el Tushek Aeon representa la unión perfecta entre la pasión por la velocidad y la personalización. Solo el tiempo dirá si logra conquistar el corazón de los amantes de la velocidad en todo el mundo.
