Con el éxodo de todas las automotrices de Rusia como consecuencia de la guerra con Ucrania la industria automotriz rusa debió volver a sus orígenes. Tal es así que el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció el regreso de Moskvich, la icónica marca de la era soviética, que comenzará a producir vehículos en su antigua planta que hasta el bloque estuvo en manos de Renault.

Moskvich inició la producción de vehículos en 1929 y durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a la fabricación de equipo militar. Finalizado el conflicto la Unión Soviética llevó a Moscú una línea industrial entera de Opel desde la ciudad alemana de Brandeburgo.

Moskvich

Así se inició la producción del Moskvitch 400, basado en el Opel Kadett. Posteriormente, se produjeron otros modelos diseñados por los ingenieros soviéticos y en 1969 la fábrica cambió su nombre por el de AZLK.

Los Moskvitch nunca fueron ideados para ser iconos de moda. Eran robustos, fiables y ofrecidos a precios razonables. Las décadas de los ’60 y ’70 fueron la época dorada de la compañía, que llegó a exportar sus productos a varios países.

En los ’90 la compañía fue renombrada a OAO Moskvitch y en el 2002 se declaró en bancarrota, con lo que se suspendió toda producción. Esa misma planta fue la que utilizó Renault durante su estadía en suelo ruso.

Moskvich 407
Moskvich 407.

“En los próximos días comenzará el primer montaje. Y el próximo año, con suerte, alcanzará volúmenes de trabajo comparables a los períodos en que Renault estaba aquí”,  afirmó Sobianin.

En la planta se planea producir modelos de última generación, incluido un sedán y cuatro crossovers. La producción de autos eléctricos en la planta también está en la agenda y podría comenzar dentro de dos o tres años.

 

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