La empresa británica Briggs Automotive Company (BAC), fundada en 2009 por los hermanos Neill y Ian Briggs, se destaca por producir superdeportivos con forma de monoplaza. Su line-up lo componen dos modelos BAC Mono y BAC Mono R, que son auténticos autos de carrera homologados para el uso urbano.
Estos vehículos, que se producen en cantidades limitadas, utilizan la última tecnología del mundo de la competición y son desarrollados para que las personas que se ponen detrás del volante disfruten al máximo de su conducción.
El BAC Mono R es el más extremo de la gama. Se destaca por tener una carrocería compuesta por 44 paneles fabricados con carbono mejorado con grafeno, un material innovador y ligero que aporta beneficios de peso y resistencia.
Estas láminas de carbono de un solo átomo de espesor son más ligeras y resistentes que la fibra de carbono estándar, lo que reduce el peso en torno al 20 % y es 200 veces más resistente que el acero.
El chasis de magnesio y los componentes de la transmisión se combinan para reducir aún más la masa y mejorar la distribución del peso, mientras que los frenos cerámicos de carbono ahorran 2,55 kg de masa no suspendida por curva.
La eficiencia aerodinámica del monoplaza se logró a través de una trompa mejorada con diversos aditamentos, pontones más anchos y un alerón trasero de gran tamaño. Los faros LED montados en el centro del morro reducen el área frontal y contribuyen a una apariencia minimalista.
El Mono R monta una suspensión optimizada para reducir el cabeceo al frenar, con un mayor anti-hundimiento en la parte delantera y anti-hundimiento en la parte trasera que maximiza la tracción.
El deportivo está equipado con un motor de cuatro cilindros y 2.5 litros de aspiración normal que ofrece 343 CV (38 caballos más que en el Mono) a 8.800 rpm. Esa potencia y sus 555 kilos aseguran una relación peso potencia excepcional para este tipo de vehículos. El precio de esta joyita ronda los 240.000 dólares.
